viernes, 8 de junio de 2012

el libro

book


Llamé a Bé. Llame a Bé porque ella estuvo presente en innumerables momentos y porque desde el primero sentí que tenía una simpatía particular por este proyecto, y fue precisamente en ése, mi primer momento en la editorial, cuando le repetí unas veinte veces a ella y a Francisco que el libro - por mejor o peor que fuesen sus contenidos -  no tendría sentido si no fuese él mismo un objeto de estilo, si no fuese él mismo algo que diese gusto mirar y tocar. Y cuando Bé llegó a la recepción de la editorial y abrí el sobre que me había dejado fue un "¡joder!" lo que se me escapó porque allí no había solamente un objeto, sino que tenía entre mis manos el objeto que había dicho repetidas veces que, sin él, nada de esto tendría sentido. En aquel momento sentí que había merecido la pena el esfuerzo de contactar con más de doscientas personas de sitios tan dispares,  de haber llamado a Pierre, a Andrea, de haber encontrado el Facebook de James, haber esperado la respuesta de Aida, de Demi y de Vittoria o de haber contado, de viva voz, detalle a detalle, todo lo que el texto con el retrato de Yim revelaba sobre su intimidad, porque quería que cada una de aquellas personas, hiciesen algo más que aparecer en el libro, quería que se sintiesen parte de él, pero sentí más, sentí que la mujer de Rui habría de mirar el libro y  perdonarle cuando él llegó tarde a casa, o que al niño de Joanna no le importaría tener que haber prescindido de la compañía de mamá aquella tarde de domingo porque, en aquel momento, fue como si todas esas horas tuviesen sentido; todos los detalles gráficos con los que martiricé a Rui o todas las mierdecitas que discutí con Carla. No soy yo el que decide por ellos si todo mereció o no la pena pero, desde que vi el libro, sentí que todos ellos - Bé, Francisco, Rui, Joanna y Carla -   también habrían de pensar para sí mismos:
- valió la pena

Este blog me llevó a vivir cosas que de otra manera nunca habría vivido, cosas que yo no consigo explicar aquí ni probablemente en un ambiente más intimista (así lo espero) de una presentación de un libro, ni siquiera os puedo decir - con lo bien que quedaría - que este libro es algo que nunca habría esperado. Para seros completamente francos yo sabía (o creía saber, siempre hay días más optimistas que otros) que este libro tendría lugar antes o después, sabía que habría de recibir un mail un día, y el día que Francisco se dirigió a mí me apeteció responderle "ya pensaba que no me escribirías", pero lo que sentí con este libro fue algo más importante que eso, fue algo que, eventualmente, y de las pocas cosas que me puedo enorgullecer en esta vida, que incluso la más pequeña mierdecilla que hice con este blog, la hice porque le  encontré un sentido, y cuando pienso en eso, tengo un cierto orgullo, y este libro da un cuerpo a ese orgullo... un bonito cuerpo.

El libro fue presentado en Lisboa el 17 de abril, en Oporto el 21 de abril y habrá una "firma de ejemplares" en la Feria del Libro. La idea de que "autógrafo" y "mi persona" aparezcan juntas en la misma frase me suena perfectamente ridícula, pero debo estar allí con una estilográfica - y más importante aún - con disponibilidad y buena disposición para quien piense que vale la pena gastar algún tiempo conmigo, lo que digo desde ya es que me parece una pésima decisión pero - a semejanza de no poder decidir por Bé, Francisco, Rui, Joanna o Carla si todo esto mereció la pena - tampoco voy a ser yo quien diga lo que debe o no hacer en su vida